Conoce la historia de Estela Matencio y su gran motivación para crear una olla común

Estela Matencio – Trujillo

Mi nombre es Estela, tengo 34 años. A los 21 años me comprometí y viví en diferentes zonas de Trujillo. A los 22 tuve a mi hijita y tuve que mudarme a un lugar más espacioso. Decidimos buscar un lugar y, pasando los meses, encontramos nuestro hogar en Nueva Libertad. Aquí había proyectos muy bonitos con psicólogos, talleres para niños y algunas orientaciones a los adultos. 

La olla común surgió al ver que los padres salían a ‘buscárselas’ y los niños se quedaban solos, muchas veces sin comer porque no sabían cocinar. Y es peligroso que tan chiquitos usen una cocina. Entonces quisimos hacer la ollita para dar tranquilidad a las madres de que podían ir a trabajar sin preocuparse. Los niños siempre han sido nuestra motivación. 

Atendemos aproximadamente a 100 personas. Hemos aprendido mucho, sobre todo el trato con las personas y trabajar en equipo. Durante la pandemia el reto más fuerte fue el aislamiento, salir a comprar las cosas, porque en medio de todos los impedimentos para transitar teníamos que hacer lo imposible para conseguir nuestros insumos.

Qué buena noticia fue escuchar del programa “Ollas que desarrollan”. Con este apoyo podremos seguir brindando bienestar a las personas que cuentan con nosotros. Es un gran apoyo a nuestra economía, que ha tenido un gran bajón. Lo más importante es que, a través de nuestra olla, podremos ayudar a nuestra comunidad, darles la confianza y la esperanza de que vamos a salir adelante.

Estela Matencio